viernes, 25 de enero de 2019

El papá de Lina [FINAL]

Después de aquel encuentro con el padre de Lina, me sentí bastante incómodo porque pensé había arruinado todo, diciéndole quién era yo, llevándole a pensar que quizá yo podía revelar lo que habíamos hecho aquella noche.

Pero la verdad pasó tanto tiempo que ya ni me acordaba.

El Reencuentro 
Cierto día recibí una solicitud de amistad en Facebook. Revisé y era Lina, así que acepté la solicitud. Le escribí saludándole , pero ella respondió al día siguiente, preguntando qué era de mi vida y si aún permanecía en la ciudad.

Conversamos un rato y me extendió una invitación para la fiesta de su graduación de la universidad. Yo era consciente que allí en dicha fiesta iba a estar Enrique, su padre, por lo que dudé en asistir; sin embargo yo le dije apresuradamente que contara con mi presencia. La celebración era en 15 días próximos.

El día llegó y fui a la fiesta de graduación de Lina. Traté no estar tan visible porque temía la reacción de su padre , no quería tener una situación incómoda.
La verdad no había mucha gente en dicha celebración, hablando con la hermana gemela de Lina le pregunté por el papá y me dijo que tras la separación de sus padres, había una tensa relación entre su mamá y ellas con él, al parecer él no iba a asistir, porque además él estaba viviendo en Cartagena.

Terminando de ella decir eso, entró por la puerta del salón de eventos Enrique.🙊
Yo me cambié de lugar, tratando de esconderme e incluso pensé en irme del lugar porque yo no me sentía cómodo, no más de recordar la cara que él había puesto el último día que nos vimos.

Curiosamente, cuando uno quiere esconderse, es cuando más lo notan. Yo esperé que Luna y su papá se alejaran para acercarme y despedirme. Así lo hice.

—Nene, ven, viene la foto con los chicos.— me dijo Lina cuando me acerqué a despedirme.

Ella llamó al papá y al resto de hombres asistentes , cual foto de quinceañera 🙄
De repente escucho ese vozarrón decir —Entonces qué, cómo va todo?—

Volteo y era Enrique saludándome. Yo le respondí tímidamente diciéndole —Bien, ahí vamos. Me siento algo indispuesto y creo que ya me voy.—

Era la hora 11:40pm aproximadamente, así que me despedí de Lina, sacando como excusa me sentía indispuesto para irme de ahí. Lina se preocupó y dijo —Ay nene, ¿en qué te vas? No vayas a tomar taxi ahora si tienes mareo. Mejor te vas conmigo para la casa y duermes allá.—
Pero yo me negué a esa posibilidad. Me pidió que esperara un par de minutos.

No demoró ni 5 min y me dice : —Le dije a mi papá que te llevara a tu casa. No se pudo negar porque estamos en plena reconciliación, así que aprovecha que él tiene carro.—

Yo abrí los ojos y le dije que me daba vergüenza incomodar a su papá. En ese momento llegó Enrique y me dijo —¿Listo?—
Yo asentí con mi cabeza, me despedí de los conocidos y salí de allí.

Enrique : — ¿Te cayó mal el trago?
Bree:         — No sé. Tengo mareo y algo de dolor de cabeza
Enrique: —Bien. ¿Dónde vives?
Bree:       —Qué pena incomodarlo para hacerlo ir hasta donde vivo. Si quiere me deja en un punto central , de ahí me siento bien llegando a casa.
Enrique: —No, qué va. Yo te llevo. Eche ¿por qué me tratas de usted?
Bree:      — hahaha es el respeto 
Enrique: —Ah pueh, si ya me la chupaste. Relájate.

Hubo un silencio incómodo y me sonrojé. Le pregunté con quién vivía en Cartagena y respondió que con una muchacha. De repente... me pregunta 
Enrique: — ¿Todavía chupas?
Bree:      — Ehhh... sí, creo que ya tengo más práctica que aquella vez...
Enrique: — ¿Sí? [sonrió mientras esquivaba un semáforo 🚦]
Bree:     —Sí. ¿Por qué?
Enrique: — No. Por nada.

Me dio como ese cosquilleo que da cuando uno siente morbo.
Miré por el rabito del ojo y el papá de Luna se estaba tocando y echándose el bulto hacia un lado.
Eso me inquietó y le dije:

Bree: —Oye, ¿te ayudo con eso? ¿Te la acomodo?
Enrique: —Cuidado, nos pueden pillar , deja y me estaciono en un lugar.

Así que pasando por el barrio San Felipe de Barranquilla, se estacionó debajo de un palo oscuro y se bajó la cremallera.

Enrique: — ¡Tócala pueh!
Bree:     — Qué dura está 
Enrique: — ¡Apúrate, que no podemos demorar!

La verga de Enrique es de esas que se pone dura hacia arriba, así que me acomodé y empecé a chupar sus bolas y verga mientras él me agarraba las nalgas.

Enrique: — No te clavo aquí porque es incómodo, pero ganas no me faltan , maricón.

Le saqué la leche con mi boca y me cayó en la cara. Sacó un pañuelo y me lo entregó para que me limpiara la cara.

Aún tengo el pañuelo del papá de Lina. Fue la segunda experiencia inesperada con él. Desde ahí, cada que viene a Barranquilla me escribe y le ordeño como a él le gusta.

Enrique, mi «crush» de adolescencia , se convirtió en fantasía hecha realidad.


FIN.


¿Y tú, has hecho realidad tu fantasía? 
Comenta y compártenos.


3 comentarios:

  1. Pues mi fantasía no se ha cumplido, pero si tengo ricas experiencias pero ninguna como las tuyas, te admiro y siempre lo haré. Amo tus historias. Espero ansioso a la otra semana
    Saludos y Abrasos desde Honduras

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Te espero en Twitter, ahora como @BreeRincon y por supuesto aquí en mi blog para compartir mis experiencias.

      Borrar
  2. Que rico tus relatos, dame un consejo de como metermele a los hetero siempre e querido hacer algo con heteros pero me da miedo de como vallan a reaccionar, o mejor dicho no sé cómo hablarle del tema y que asepten una chupada,esa es mi fantasía hacer algo con un hetero

    ResponderBorrar

El barbero

Steven. Así llamaremos al barbero. Solía ir a su barberia pero mi trato con él era limitado, solo relación cliente-barbero. Hace unos días v...