jueves, 25 de junio de 2020

Morbo matutino

El origen:

Hace unos meses me mudé y desde entonces en mi nuevo vecindario he hecho hasta para repartir. Tengo vecinitos interesantes, hasta encajan en mi gusto.

El año pasado en uno de esos partidos del Júnior, un domingo por la tarde, salí a buscar unos helados para un sobrino que estaba de visita en casa.
Salí a los alrededores y buscando un lugar donde conseguir helado. Pasé justo frente de un estadero en el que proyectaban la transmisión del partido de fútbol. 

Como era de esperarse, estaba lleno de hombres gritando eufóricos y tomando cerveza.
Ese tipo de lugares me atrae mucho por obvias razones, había mucho macho atractivo allí, así que rápidamente escanee el panorama.

Seguí de largo y encontré una heladería. De regreso a casa, volví a mirar hacia el estadero y me tropecé con la mirada de un muchacho que se le veía algo tomado. No era muy atractivo, pero su rostro reflejaba ser algo "hot."

Recuerdo que lucía un suéter del Junior y una pantaloneta color roja, que por cierto, se le marcaba todo el bulto, se veía erecto.
Él se dio cuenta de mi mirada y me miró de frente, mientas tenía una botella de cerveza en la mano. Me sentí intimidado y hasta miedo me dio porque no me gusta mirar fijamente a extraños, ya que puede resultar algo incómodo y hasta peligroso. 

Apresuré el paso y me fui a casa, pero teniendo en la retina esa expresión de hombre morboso y su bulto bastante notorio.

Desde aquel entonces no lo había vuelto a ver, hasta que no hace mucho, estando ya en cuarentena, fui a hacer unas compras. Rumbo al supermercado lo volví a ver, pero él no me vio.

Cuando estaba yo en la caja del supermercado cancelando, lo vi nuevamente en el supermercado, escogiendo un paquete de pastas, terminé mi compra y salí de inmediato. 

El reencuentro morboso:

Desde que el gobierno decretó poder hacer deporte en los parques, retomé mi rutina de ejercicios matutinos. Siempre empiezo caminando y sigo trotando, los que me conocen por mis aventuras saben que suelo usar hilo dental debajo de mi ropa, especialmente cuando voy a hacer deporte. 
Hace aproximadamente tres semanas, estaba trotando alrededor del parque y vi la silueta de un muchacho asomado en la ventana de una casa que está justo frente al parque donde voy a hacer deporte. Cuando volví a pasar justo por la casa donde había un muchacho asomado en la ventana, me di cuenta que dicho muchacho era el mismo que había visto en aquel estadero con cara de morboso. 

Era aproximadamente la hora 04:45 A M. me entró un sustico, pero como tengo mis mañas, haciendo mi tercera vuelta trotando, bajé disimuladamente mi sudadera para dejar ver mi hilo, mientras simulaba amarrar los cordones de mis zapatos. Obvio para que él lo notara, amarré el cordón y seguí trotando al rededor del parque.

A la cuarta vuelta, pasé y miré hacia la casa. Ahí estaba el muchacho, me quedó mirando cuando pasé y eso me dio entender que había notado mi culo en hilo.

A la quinta vuelta, al pasar justo frente a su casa, vi que me hizo señas para que me acercara, pero yo miré sutilmente y seguí trotando porque ya eran casi las 05:00 A.M. y había más personal alrededor, así que ignoré ese llamado. Me dirigí hacia otra zona del parque para seguir ejercitándome hasta que me fui a casa.

La semana pasada, siendo el día martes, fui como de costumbre al parque a hacer mi rutina. 
Esta vez cuando ya llevaba mi segunda vuelta lo volví a ver, me miró fijamente y me hizo señas para que me acercara. Yo le hice señas de "espera."

Cuando iba frente a su casa durante la siguiente vuelta, me acerqué y lo saludé 

-- Qué hubo, todo bien?-- le dije.
Pero él no dijo nada. Yo me sentí como un cuero o como dicen en Argentina, me sentí como cual pelotudo. 

--Disculpa, ¿son ideas o me estabas llamando? Le pregunté. Entonces él ésta vez me dijo -- sí, es que te vi cuando pasaste y me mostraste el culo-- yo no sabía qué más decir y me sonreí. Cuando bajé la mirada lo vi que se estaba masturbando mientras hablaba.

Yo voltee y había más gente pasando, por lo que yo no estaba muy cómodo. Él me decía desde adentro de su casa -- muestrame el culo pa pajearme, estoy arrecho--

Ahí como pude, giré para que él observara el momento cuando le mostrara mi hilo. Lohice rápidamente y él seguía masturbándose ¡DIOS! uds no imaginan lo provocativa que tiene esa verga.

-- ¡Agárramela!-- me dijo
Yo me eché a reír y le dije que estaba loco, sin embargo insistía que le tocara la verga hasta que me animé. Le froté la verga varias veces, disimuladamente y me fui. Él me dijo -- ¿me vas a dejar así?-- 
Yo me fui rápidamente porque pensé nos estaban viendo ahí. Di un par de vueltas más y me marché a casa.

Al día siguiente salí más temprano de casa hacia el parque con la firme intención de poder volverlo a ver y quizá lograr hacer algo más. 
Me llevé un hilo dental diferente y justo empezando a trotar, mientras pasaba por su casa, él volvió a llamarme. Ésta vez fui de inmediato, aprovechando no había mucha gente al rededor. Ahí estaba el muchacho jalándose la verga y me dijo --¡Agárramela!--

--ven acá, ¿tú no me puedes abrir y te la chupo ahí en la sala?-- le pregunté a lo que él sin titubear me dijo que sí.  Entonces abrió la puerta y entré cuidadosamente. 

De inmediato me agaché, quité mi mascarilla y me tapé la boca con esa verga. Tenía tanto tiempo sin tener una verga en frente que parecía yo un ternero huérfano mamando. 

Repito que él no es atractivo, pero tiene ese aire de arrecho que todo hombre debería tener, además esa verga de buen tamaño ufff

--Voltéate-- me dijo. Así que me levanté y me sostuve de la ventana mientras bajaba mi sudadera para mostrarle el culo en hilo. 

---¿Por qué te gusta usar hilo?-- me preguntó. A lo que le respondí que las perras usábamos eso. 
Me apretaba las nalgas con sus manos y pedía que me echara saliva en el ano. Cuando de repente... sentí que me estaba punteando y me detuve; le dije que sin condón no lo hacía y él solo se le sentía esa respiración agitada.

--entonces sigue chupándola-- me dijo.
Me arrodillé frente a él y terminé de bajarle su pantaloneta, se la bajé hasta los tobillos.

Metí sus bolas en mi boca y él me miraba detenidamente mientras chupaba sus bolas. Mi adrenalina estaba en su punto porque él no vive solo, su familia estaba durmiendo y cualquier ruido podía despertar a alguien. Sin embargo, usando solo mi boca me llevé esa verga provocativa hasta el pegue de la garganta. Solo movía mi cuello, dando círculos con los ojos cerrados. Yo sentía su verga palpitar en mi boca y mientras yo acariciaba sus muslos. Ya me dolían las rodillas, pero sentí la presión de su verga y la saqué de mi boca. 

Justo en ese momento, eyaculó abundante... parte de su leche cayó en mi suéter, así que me levanté y abrí la puerta para salir. 

--¿Cuándo te la dejas meter por ese culo?-- me preguntó mientras me iba. Yo sonreí poniéndome mi mascarilla y le dije que pronto.

Desde ese día él me espera cuando pasó, me hace señas, pero no he vuelto, no porque no quiera. Solo hago bien las cosas para que la gente no empiece a notar que frecuento esa casa muy temprano. Aparte no siempre voy a querer adrenalina. Él hecho es que, ahí tengo esa otra opción, no le he dado culo porque ando sin preservativos y a veces amanezco sin ganas (algo normal) pero sé que llegará el día en que me deje clavar de ese hombre que resultó ser mejor de lo que imaginé. 

Continuará...

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Steven. Así llamaremos al barbero. Solía ir a su barberia pero mi trato con él era limitado, solo relación cliente-barbero. Hace unos días v...