miércoles, 7 de agosto de 2019

Calentura en la madrugada



Hola a todos mis lectores, sé que los tenía abandonados con la entrega de relatos cortos, pero he tenido muchas ocupaciones y la verdad, no había hallado un espacio para escribir de las tantas historias que tengo por contar; pero aquí estoy aprovechando que hoy, 07 de agosto es festivo (en Colombia)

Bienvenidos nuevamente a mi más reciente locura, pónganse cómodos.

Mis lectores de hace un tiempo tienen conocimiento que a veces soy osado cuando me entra la calentura: he tenido sexo al aire libre, en un carro, en monte e incluso, en mi casa mientras todos duermen. Debo confesar esta última es la que más adrenalina me causa, nada mas pensar que hay gente en la habitación de al lado.

Pues hoy les vengo a contar que repetí meter a un chico a mi casa en horas de la madrugada.

Aproximadamente, hace dos semanas, era alrededor de las 02:00a.m. Yo estaba despierto, no podía dormir, ya había visto un par de capítulos de una serie en Netflix y nada de sueño, entonces abrí el cajón donde guardo mi lencería, saqué un hilo y me lo puse. La sensación de calentura que siento cuando me pongo una prenda interior femenina es indescriptible, pero para tratar de ser explícito, me hace sentir MEGA PERRA.

Recuerdo que un tuitero me escribió a esa hora por DM y en medio de la charla le dije “te dejo, tengo ganas de hacer una locura” él me preguntó qué iba a hacer y le respondí que tenía el impulso de salir a la calle mostrando el culo. Ahí cerré la conversación...

Me puse un bóxer y una camisilla, abrí la puerta, me asomé y no había nadie, así fue como decidí salir a la terraza, me bajé el bóxer un poco y dejé a la vista mis nalgas en hilo... a ratos pasaban carros, pero no me veían.

Hubo un momento en el que sentí una moto, me ubiqué más en la claridad, pero me di cuenta a tiempo que era un tipo que traía a una mujer de parrillera, corrí a esconderme...

Al transcurrir unos 10 minutos volví a ubicarme en la claridad mostrando el culo, ésta vez pasó un taxista conduciendo por todo el frente de mi casa, a ese sí le coqueteé y hasta moví el culo, noté que miró, siguió de largo, pero al llegar a la esquina ... retrocedió y se detuvo una casa antes de llegar a mi casa, abrí mis nalgas, miró como un minuto y se marchó. Robar miradas produce algo tan rico...

Después del taxista mirón estuve 10 min mas ahí, pero no pasaba nadie, así que decidí entrar. Cuando me disponía a entrar, oí voces de hombres cerca, medio cerré la puerta y miré por una ranura. Era un combo de chicos venezolanos que viven en mi cuadra, estaban borrachos, creo iban unos siete muchachos, uno de ellos iba atrás sosteniéndose de las rejas, los demás se adelantaron. Yo me asomé y efectivamente, solo quedó uno atrás, ahí me volví a emocionar.

Me bajé por completo el bóxer y quedé en hilo, me puse donde el reflector alumbra más y ahí fue cuando el chico se detuvo en un poste a mirarme el culo. Esos segundos haciendo contacto visual con el borrachito, yo me tocaba las nalgas y movía el culo.

Sentía un corrientazo en las piernas... el muchacho empezó a tocarse y me preguntó si yo tenía mecha para prender un cigarro, le dije que no y me acerqué más. Me preguntó “¿Estás solo?” Yo le dije que no, pero que en mi cuarto sí estaba solo. Le dije que me esperara un momento y fui a buscar la llave de la reja “¿Quieres entrar?” Le pregunté.

Ese hombre sin titubear dio paso firme y entró. Le dije que debía agarrarme de la mano para entrar, ya que estaba oscuro en mi casa y no podía encender las luces porque se podían dar cuenta. Sentí esa mano áspera y grande mientras lo dirigía a mi cuarto.

Le toqué la entrepierna y sentí estaba duro, le pedí no dijera nada, no podía escucharse su voz...

Le pregunté si podía grabar su verga no más y asintió con la cabeza.
Le quité el cinturón, bajé su cremallera y DIOS, estaba sin interior, qué delicia de verga erecta y qué morbo. Como el flash hacía mucha claridad, dejé a un lado mi celular y me dispuse a chupar.

Lo tiré en mi cama boca arriba y me arrodillé a chupar, le bajé el jean y podía tocar su abdomen mientras chupaba ese vergón. Él me embutía su verga, agarrándome la cabeza y yo sentía como si fuese la primera vez que chupara una verga, así sería la adrenalina que yo valoraba cada minuto mamando verga.

Alcancé el condón para meterme todo eso, pero poniéndole el condón, se rompió... 😒 el muy loquito dizque a clavarme a pelo y yo : nah, nah, nah.

Tocó masturbarlo a punta de mamadas y dejarme echar la leche en la cara para compensar. Así terminó esta aventura, salí a abrirle con un ojo casi cubierto de leche y él salió como si nada. Amo lo relax que son los machos venezolanos.

Gracias por tu visita!! Espero sus comentarios, ya saben esto es para uds.

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Steven. Así llamaremos al barbero. Solía ir a su barberia pero mi trato con él era limitado, solo relación cliente-barbero. Hace unos días v...