jueves, 29 de septiembre de 2022

Fuego en la 223

Algunos de mis fieles seguidores saben que he estado ausente debido a un proyecto laboral que me ha tenido sin actividad sexual y por ende, de este blog.

En esta ocasión regreso a este blog para compartirles la única experiencia «hot» que tuve en el campo de trabajo, ya que me absorbía al punto de dormir temprano, para poder madrugar, y que debía estar en un turno de 12hrs.

Asumí en la constructora estar en un proyecto que se prolongó a tres meses, a dos hrs de Bogotá, cerca de un municipio llamado Fusagasugá en Cundinamarca. 

Llegué a una vereda cercana y me hospedaron en el único hotel de la zona, ya que era cercano al sitio de trabajo, es decir a quince minutos. 

Yo podré tener un prontuario de travesuras, pero durante el tiempo que estuve esa vereda, guardé compostura, aún estando rodeado de hombres, especialmente auxiliares de obra, conductores y operadores de máquina pesada.

Finalmente, la que es puta no cambia, después de superar dos meses sin actividad sexual, empecé a sentir deseos de portarme mal, pero no sé, me nublé, no sabía cómo abordar o propiciar un momento caliente. Así que desempolvé un número telefónico que tengo destinado para contactos sexuales. Volví a crear una cuenta en Telegram con fotos sugestivas en el perfil, pero en esa vereda no había nada, sin embargo como el hotel estaba en medio de la carretera, donde constantemente pasan viajeros y camioneros, a ratos me llegaban mensajes de perfiles de hombres conductores de camiones de carga.

Hace unas noches empezó a llover en medio de la noche y sentí deseos de vestirme con lencería, no sé cómo explicarles lo que siento cuando me pongo un hilo con medias o mallas. Me excito mucho. 

En el hotel hay camareros de nacionalidad venezolana y como ustedes saben, siempre he tenido fascinación por los hombres de Venezuela. Esa noche abrí mi equipaje y me vestí con lencería, tipo 11:30 p.m. pasaba uno de los camareros por el los pasillos del hotel apagando las luces, así que abrí la puerta y me puse borde de cama en lencería para dejarme ver así por el camarero. 
fotografía que me tomé aquella noche antes que pasara por el pasillo el camarero. 

Me invadió de repente unos nervios que, abrí la puerta y en medio de esa adrenalina me acomodé en la cama de espaldas. Tomé el celular y busqué rápidamente un video porno hetero y lo puse a reproducir al lado de la cama. 

Siendo casi la medianoche sentí los pasos del camarero que iba acercándose mientras apagaba las luces del pasillo. 

Acaricié mi trasero sutilmente cuando sentí que aquel hombre pasaba cerca de mi habitación y efectivamente sentí que se detuvo en toda la puerta. 

—¿Todo está bien? — preguntó

Guardé silencio porque me palpitaba el corazón de la adrenalina, no dije nada. 
Noté que estaba todo más oscuro y volteé, pero ya no estaba. 

Me levanté rápidamente y cerré la puerta, pero me empecé a tocar vestido con lencería y me masturbé. 

Al día siguiente me daba vergüenza darle la cara a ese señor, pero al llegar nuevamente al hotel después del trabajo, me encerraba en la habitación, me duchaba y posteriormente esperaba llegara el sueño. 

La noche siguiente mientras salía de la ducha revisé el celular y en Telegram había un mensaje de un chico que preguntaba mi ubicación, a lo que le respondí y él reaccionó diciendo que estaba en el mismo hotel que le mencioné. 

Me dijo que estaba de paso hospedado en el hotel, ya que al amanecer seguía viajando por carretera. También me preguntó si era travesti, a lo que le dije que no, solo me gusta usar una que otra prenda femenina en la intimidad, seguido de mis videos para no desgastar mis dedos en texto. 

Como era de esperarse, quiso acceder y me indicó en qué habitación estaba, pero yo temía pasar a su habitación, ya que nunca salía de la mía y debía caminar un trecho, además aún era temprano, tipo 8:30pm

El tipo trailero me insistió tanto que, rápidamente me puse un hilo con medias mallas y me puse una sudadera con un suéter. 

El tipo dejó la puerta de su habitación entre abierta y entré al cuarto oscuro. 
Encontré a un hombre grande acostado boca arriba en ropa interior y las piernas abiertas. 
Sin cruzar palabra alguna me acerqué y acaricié su entrepierna, despertando su erección que puso mis manos traviesas y le saqué la verga por un lado del canzoncillo, ahí me pegué a hacerle sexo oral a ese hombre.
Sentí su mano acariciar mi trasero y poco a poco fue metiendo un dedo en mi culo, lo que provocó que yo le preguntara si quería penetrarme.

Él respondió con una pregunta —¿Tienes condon? — yo saqué uno que había llevado y se lo puse. Pueden imaginar lo cerrado que tenía el ano de permanecer tiempo sin sexo, tuve que pedirle me penetrara de lado y así lo empezó a hacer, pero una vez entró su pene en mi culo, me cambió de posición, quedando yo en cuatro y él encima, es un hombre grande y ya sentía mi espalda con mucho peso, pero el tipo me penetró algo torpe.

Como eso me desconecta de inmediato, es razón suficiente para terminar, así que le inventé que debía irme y salí de esa habitación, pero rumbo a la habitación 223 (mi habitación) el camarero me vio y me dio vergüenza, seguro estaba pensando que venía de culear.

Sin embargo, al llegar la medianoche volví a hacer lo mismo de la otra noche. Me volví a poner ese atuendo, solo que esta vez yo estaba más decidido, seguro porque no había quedado satisfecho sexualmente horas antes.

Volví a poner un video porno hetero donde una mujer estaba siendo penetrada por el culo y yo en la misma posición borde de cama, esperando que un camarero. 

Abrí más la puerta de la habitación y pasó el mismo camarero, pero se devolvió, miró hacia la habitación y yo esta vez estaba mirando hacia atrás.

—¿Qué pasó? ¿Todo bien? —
Me preguntó

—¿Tienes una toalla? Fue lo que se me ocurrió preguntarle

—Sí, señor, ya se la traigo.

Aunque no estábamos hablando nada sexual yo sentía una tensión sexual a esa hora, así lo hizo, bajó por la toalla que le pedí y cuando llegó, le dije que la dejara en la mesa de noche. 

Él ingresó a la habitación, dejó la toalla, y yo le pregunté su nombre 

—Jhon, me llamo Jhon, se le ve rico eso oyó? —
En ese momento entendí que ese hombre ya había caído.

—Verlo en panti me tiene cachuo desde la otra noche sabe— me dijo 

—¿Ah su? — le pregunté 

Aparte le pregunté si quería tocar mis nalgas y él me dijo —¿Usted quiere que se las agarré? —

Le respondí abriendo mis nalgas e incandome más para que mi trasero se viera más provocativo. 

Jhon fue rápidamente a cerrar la puerta, cuando sentí que puso sus manos en mis dos nalgas y me recostó su pene duro en el medio de las nalgas. 
Frotó su pantalón por el centro de mi trasero y movía su pelvis. 

Bajó su pantalón hasta las rodillas y no tenía ropa interior, sentí su pene largo y caliente frotar mis nalgas. Él estaba algo ansioso, seguro porque él cuida el hotel durante la noche haciendo recorridos. 

—Te quiero meter el huevo— me dijo. 

Yo le dije que no traía condon, pero eso no le importó, le dije que me pasara la crema que tenía en la mesa de noche y así lo hizo. Fue él quien abrió el frasco de crema y untó en su dedo del medio, posteriormente lubricando mi ano. 

Me arquee más en la cama y al voltear lo veo solo en suéter con su verga erecta y curva, este hombre no tuvo nada de delicadeza y me agarró fuerte la cintura, sin piedad me metió su verga, sintiendo yo un fuerte dolor, pero me neutralizó de tal manera que, se montó como perro monta a una perra callejera y me dominó de tal manera que, afincó mi culo con ganas, provocando en mi placer indescriptible que yo sentía ganas de orinar. 

Las ganas de orinar era eyaculación que me provocó sin tocarme, eso pocas veces me ha pasado en medio del sexo, pero fue exquisito. 

Finalmente, cuando ya iba a eyacular, me agarró fuerte por el pelo y metió un dedo en mi boca, el cual mordí, pero él me cacheteó. 

Sentí su leche caliente entrar por mi culo y su verga palpitar mientras disparaba semen. 

Quedé exhausto en esa cama y con mucho sueño, mientras él rápidamente se ponía su ropa. Me habría encantado poder haber grabado algo, pero la verdad no me lo permitió. 

Ya salí de esa vereda, por lo tanto salí del hotel, pero de ahí salí con el culo preñado de un macho venezolano que se dejó tratar. 

FIN. 

GRACIAS POR SU VISITA AL BLOG, SI LE GUSTA RECOMIENDE Y ASI CRECE ESTE ESPACIO. 


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