miércoles, 11 de mayo de 2022

Toda la noche

 Tengo una puti-cuenta en Telegram con fotos sugestivas y en modo 'Personas cerca' activada. Muchos hombres me escriben por curiosidad, porque mis fotos son en lencería, sigo varios grupos cercanos de toda categoría y hago preguntas para llamar la atención. Hace ya algunos meses me escribió un hombre saludando, bastante cortés. Me hizo varias preguntas, entre ellas, si me dedicaba a vender mi cuerpo, a lo que yo le respondí que no. 

Muy decente me hacía comentarios tales como "¡Que trasero bonito!" a lo que yo respondía amablemente, pero sin sobreactuarme.

Al protaginista de esta ocasión le llamaré Mauro.

Bree: Bueno, ya tengo sueño, así que me despido, debo levantarme temprano para ir a trotar

Mauro: ¡Que genial que trotas! ¿Dónde lo haces?

Bree: Lo hago a pocas cuadras del apartamento, ya que el sector es bastante tranquilo y a esa hora está tan solitario que, hasta puedo salir a trotar en hilo dental

Mauro: ¡¿CÓMO?! ¿En serio sales a trotar así, en hilos?

Bree: [risa] sí, tal cual estás leyendo

Mauro: Oye, dime exactamente por dónde estarás para ver si me uno o al menos te veo ¡Ash! lástima salgo de viaje, pero me gustaría coincidir contigo una mañana de estas para verte en hilos ¡Que rico sería!

Bree: ¡No te preocupes! si realmente quieres, algún día se dará

Transcurrió algo más de un mes y hace un par de días reapareció saludando por Telegram. Yo he estado tan entretenido en mi vida personal que, ni siquiera había prestado atención al Telegram.

Mauro me saludó bastante efusivo e insistiéndome que quería verme, que le pasara la ubicación, que bajara para verme o llevarme a su apartamento, a lo que yo le pregunté si estaba seguro de esa proposición.

Bree: ¿Estás seguro?

Mauro: ¿Me puedo arrepentir? ¿Debería?

Al ver su insistencia, le pasé el número de WhatsApp clandestino para decirle el porqué le preguntaba si estaba seguro de querer verme, aún no sabía si él era consciente si soy chico, porque por lo general, muchos me escriben pensando que soy chica o chica trans, por aquello de mostrarme en lencería.
Una vez le suministré el contacto WhatsApp le volví a comentar lo anterior sobre querer conocerme.


Le pregunté si me ponía un hilo para que me manoseara en el carro, aprovechando la oscuridad y me respondió que sí, pero sólo bajara a conocerlo y me podía ir enseguida, y quizá haríamos algo, pero si había "feeling".


Aún así, decidí bajar para conocerlo, por un momento pensé en no bajar a verlo porque al parecer, si me veía en persona, ya se le quitaría la curiosidad y no hacer nada más que saludarnos, pero al mismo tiempo pensé en que era un reto, ya que hasta el momento yo me he comido al que me ha dado la gana, así me lleve tiempo, pero lo logro.

Me puse un hilo dental y me dirigí hacia la entrada del edificio. Y sí, ahí estaba el carro color negro con las luces encendidas y sonaba música. Toqué el vidrio y él desactivó el seguro para que ingresara al auto.

Bree: ¡Hola, Mauro! ¿Cómo vas?

Mauro: Bien, bien... ¿Tú qué tal?

Bree: Tengo las manos frías de tanto frío

Mauro: ¿Y qué? ¿Para dónde vamos?

Bree: Pensé que solo nos íbamos a conocer y ya... pero bueno, tú dirás, dondesea me dejo llevar

Mauro: ¡Listo! ¿Nos tomamos una cerveza? Es que vengo de estar con unos parceros, estábamos tomando

Bree: ¿Conduces así?

Mauro: Sí, toda la vida he sabido controlar eso. ¿Me acompañas a comprar cerveza?

La verdad yo me dejé llevar porque al ver su rostro y su mirada, me infundió tranquilidad a pesar de ser un compleo desconocido. Compró una sixpack de cerveza de marca nacional, me preguntó si íbamos a su apartamento a charlar y tomarnos unas cervezas que, todo no era sexo.

Bree: Me parece perfecto, al son que me toquen bailo, si lo que quieres es conversar, pues conversemos, no hay lío

Mauro: ¡Me gusta esa actitud!

Nos dirigimos hacia su apartamento, realmente bastante cerca de donde vivo, entramos al parqueadero y subimos hasta el apartamento de Mauro. 

Bree: ¡Linda vista tiene el apartamento!

Mauro: ¡Gracias! Siéntate...

Sólo había una vela que daba algo de luz tenue, así realmente estaba perfecto para la ocasión, así que nos sentamos en el sofá y noté que sacó una bolsa pequeña con ese polvo blanco que se inhala (cocaina) Me ofreció cocaina y tusi, pero honestamente con drogas y sustancias alusinógenas no quiero nada. Se esparció en la palma de la mano e inhaló un poco, mientras me preguntaba si quería algo más, a lo que yo le respondí que, con la cerveza y su compañia estaba bien.

Mauro: ¿Sabes algo? Yo soy loco, me pregunto en este momento qué estoy haciendo buscándote y teniéndote aquí en mi apartamento, pero no lo tomes a mal, yo trato de ser mente abierta y me pareces un tipo agradable

Bree: [risas] Eso quiere decir que vives conforme a lo que te dicte tus impulsos... Tranquilo, vine porque quedamos en que vamos a charlar y conocernos un poco, pues ¿En eso estamos no?

Mauro: Yo quisiera preguntarte algo ...

Bree: ¡Adelante!

Mauro: Hay quienes dicen que ser gay es porque se nace y otros que se hace. Yo creo que con eso se nace, es lo que percibo, pero te lo quiero preguntar a ti, ya que estamos aquí

Bree: Te hablo por mi, yo desde muy niño recuerdo que me excitaba viendo imágenes de chicos y desde muy niño tenía claro qué me gustaba, sólo que a medida que fui creciendo fui entrando en negación, confrontándome conmigo mismo, hasta que llegué a un punto de l avida en que me acepté y bueno, hoy soy feliz disfrutando mi sexualidad

Brindamos una vez respondí a su pregunta y volvió a ofrecerme cocaina, pero nuevamente le dije que no y seguimos charlando en medio del silencio de la noche. Me compartió anécdotas y confesiones de su vida, me mostró fotos de la mujer que fue su última novia, dijo que él padece depresión, que intentó quitarse la vida una vez, me compartió que es profesional, me enseñó fotos de la mujer que más ama (su madre) y mientras ese hombre desnudaba su alma, me compadecí de él, me enterneció verlo tan vulnerable, contándome situaciones de su vida. Comprendí que es un ser solitario y quizá lo que que realmente necesitaba era eso, serntirse escuchado, así que me dejé llevar por la conversación a la cual reaccionaba haciéndole preguntas que fluidamente respondía.

Se echó a reír y volvió a expresar que, no sabía porqué yo estaba ahí, que lo perdnara por hablar tanta locura. Yo le dejé claro que estaba disfrutando la conversación y ya que somos vecinos, contara conmigo, así fuese para escucharlo, él sonrió y sacó su celular para decirme que él no era morrongo, me mostró imágenes de una chica transexual muy linda, por cierto, me djo que había tenido una experiencia sexual con esa chica trans, pero que nunca se le había pasado por la cabeza experimentar con un chico gay.

Ya nos habíamos acabado las cervezas que había comprado

Mauro: Yo no creo que a mí se me pare si otro hombre me toca ¿Tú qué crees? ¿Si se me para soy gay?

Bree: Primero, el hecho que reacciones erecto a un roce no te hace gay, eso va mucho más allá de una erección, en segundo lugar, yo no sé qué creer, tal vez al tocarte no tengas ninguna reacción más que rechazar o quizá sientas una erección, pero no lo sabrás si no lo pruebas.

Mientras yo le decía eso, él se tocaba levemente la entrepierna y se sacó el pene bastante dormido para mostrarme cómo lo tenía. Me eché a reír y le dije 

Bree: ¿Quieres comprobarlo? Si quieres me agacho y te la dejas mamar, así nos damos cuenta y enseguida te digo que, no hay lío si tal vez no te erectas

Mauro: ¡Vamos pues!

Dejó su miembro al aire libre para que yo empezara a probar con mi boca, extendió su cuerpo en ese sofá, recostando su cabeza en el espaldar, mientras yo recorría con mi lengua cada espacio de su pene, empezando por los testíulos. No había pasado diez segundos y el pene ya había tomado forma firme, eso me alentó y seguí suspirando al ver que había crecido su pene.

Mauro cerró sus ojos y me agarró por el pelo fuerte para demostrarme que estaba disfrutando el sexo oral, me preguntó si le mostraba el hilo que traía puesto, asentí con mi cabeza mientras me bajaba la sudadera.

Él metió dos dedos en mi ano con bastante saliva y de esa manera subió más la temperatura, se veía muy sensible, supongo era la reacción de la cocaina, le quité su camisa y pantalón ,mientras me preguntaba si yo tenía preservativo, le dije que no y de inmediato Mauro se levantó dirigiéndose a su habitación y desde allí me llamó, me levanté, llegué hasta su cama y él estaba abriendo un preservativo.

Me puse inmediatamente al borde de su cama, en la posición que todo hombre enloquece al ver un culo esperando ser penetrado. Le pedí crema para lubricar mi ano y así lo hizo, también le sugerí ponernos en posición fetal para que entrara más fácil, así me gusta empezar. Mauro empezó a fluir mientras me mordía la oreja fuertemente y me decía al oído "¡Que culo rico!"

Me bajó la sudadera hasta las rodillas y me embestía con fuerza, él estaba completamente desnudo. En un movimiento brusco me puso en cuatro para seguir tomando el control, me gusta cuando un hombre demuestra que está tomando el control en el acto sexual. Después de un rato así, yo me senté encima de su pene a cabalgar fuerte, mientras él expulsaba gemidos genuinos.

Me cubrió el torso dirigiendo mi boca hacia la suya, sacó su lengua y la unió con la mía, me mordía los labios duro y agarraba fuerte mi pelo, así fue como expulsó su primera eyaculación de la noche. La eyaculación vino con un grito muy agitado.

Así, agitados los dos nos levantamos de la cama, nos limpiamos, nos vestimos y me dijo que si íbamos por más cervezas, yo sin titubear le dije que sí, miré el celular y ya era de madrugada, 02:35 a. m.

Fuimos en su carro a comprar cervezas a un Oxxo y posteriormente lo acompañé a un cajero electrónico para retirar dinero, me dijo que luego me llevaría hasta la puerta de mi apartamento. Tal cual lo hizo, me llevó hasta la puerta del edificio y aún todo estaba a oscuras. Esta vez tocamos por encima temas de política, me habló de la adoración que siente por sus sobrinos, me recomendó ir a Europa, luego me pidió que lo acompañara a buscar cigarrillos porque estaba ansioso. Pues nos fuimos a buscar cigarros y volvimos al edificio donde vivo.

Me explicó cómo sabía manejar el consumo de cocaina mientras inhalaba, siguió hablandome de otras situaciones que ha vivido y hasta se quebró en llanto refiriéndose a su madre, la persona mas incondiconal que tiene.

De un momento a otro le dije que, su pene me había gustado y la verdad no me imaginé que algo así iba a suceder entre los dos esa noche

Mauro: ¿En verdad te gustó?

Bree: Sí, se pone dura bien rico

Volvió a sacar su pene y le dije "¿Quieres que baje a chupar?" entonces él sonrió con los ojos cerrados y yo me acomodé mientras Mauro metía sus dedos en mi ano con mucha saliva.

Nuevamente me agarró fuerte por el pelo y quedé frente su cara, saqué mi lengua y la metí en su boca, frotaos nuestras lenguas mientras lo masturbaba con una mano y con la otra acariciaba su pelo. Continué haciéndole sexo oral y así volvió a eyacular en mi boca con mucha fuerza.

Cubrió sus ojos con el antebrazo mientras decía "Tienes una boca... uffff" 

Mis ojos ya no podían disimular que tenía sueño, entonces él me dijo 

Mauro: ¡Te estás durmiendo! quédate un ratico más hasta las 04.30 a. m. 

Bree: Por tu culpa no voy a rendir hoy en el trabajo

Mauro: Yo también tengo una audiencia a las 10:00 a. m. y antes de eso, tengo clase de cocina, me gusta cocinar... ¡Gracias por aguantarte a este loco desocupado!

Bree: Si estoy aquí es porque inesperadamente la he pasado chévere contigo toda esta noche, de no ser así, me habría ido hace varias horas, pero este trasnocho no nos hace bien

Mauro: Desde que tengo trastornos de ansiedad es poco o nada lo que duermo, Bree

Bree: Y consumiendo alcohol con drogas, peor 

Siendo casi la hora 04:20 a. m. reestablecieron el servivio de energía, Mauro me dijo que tenía muchas ganas de fumar un cigarrillo y sacó dinero de su billetera. Me preguntó si sabía dónde podía conseguir cigarros, le dije que no tenía idea dónde conseguir cigarros a esa hora. Entonces me dijo que entrara al edificio y le preguntara a los porteros, pero yo le dije que los vigilantes tiene prohibido fumar en hora laboral, sin embargo el muy terco me dió un billete para que le preguntara a los porteros si acaso tenían un cigarro que le vendieran. Yo hice tal cual lo que me pidió, pero efectivamente resultó como le había dicho. Subiendo al carro, pasaba una familia de venezo,anos que venden café, cigarros entre otros productos, él llamó a la señora y le preguntó si llevaba cigarros, efectivamente vendía cigarros y él le compró. Antes de irse la señora, él llamó al niño que iba con la pareja y me dijo "Pásame la bolsa que está atrás, saca un paquete color azul y entrégaselo al niño".

Hice tal cual lo que me pidió, era una bolsa llena de regalos de juguetes, el niño lo recibió muy contento y Mauro sonrió mientras me decía que hacer ese tipo de gestos lo llenaba, que le gustaba ver la sonrisa de los niños y niñas al ver un juguete. En ese momento descubrí que estaba al lado de un personaje valioso con todo y defectos, creo que presenciar eso me excitó más y le dije sin titubear

Bree: Que ganas de ordeñarte una vez más

Mauro: ¿Tú  me quieres acabar o qué?

Bree: No, sólo quiero sacarte una vez más leche [risas]

Le mandé la mano a su entrepierna y se puso nuevamente erecto en cuestión de segundos. Él me dio palmadas en las nalgas y dijo que le provocaba meterlo otra vez; entonces yo le dije que lo hiciera y que lo hiciera ahí mismo en el carro, ya que nos había sorprendido la mañana allí.

Revisó su bolsillo y no tenía preservativos, pero bajó del carro y se dirigió al baúl para buscar un preservativo. Se bajó los pantalones hasta las rodillas, se puse el condón y yo me puse en posición de lado para que él se acomodara y me penetrara, pero lo intentamos varias veces que no podíamos acomodarnos.

Bree: ¡Vamos a tu apartamento! , ¿si?

Con los pantalones aún abajo y yo manoseándole el pene, nos diriguimos hacia el edificio donde Mauro vive, tan solo a tres cuadras de mi edificio. Abrió el parqueadero y al estacionar, le dije que me lo metiera ahí, tal cual lo intentó, pero estábamos incómodos ahí.

Mauro: ¡Bajémonos y subamos al apartamento que no aguanto más!

En cuanto entramos al apartamento, nos dirigimos hasta el sofá y nos desnudamos rápidamente, lo besé y él me mordió el labio inferior con fuerza mientras me metía un dedo por el culo, se iba suave, yo le apretaba su pene con fuerza y lo frotaba ¡Lo quiero meter! dijo.

Me puse de frente con las piernas hacia arriba, él sujetó mis tobillos con fuerza y apuntó justo a mi ano con un poco de saliva, frotó el condon y me lubricó el culo.

Cerró sus ojos con semblante de placer mientras entraba por mi culo y yo hice lo mismo, cerré mis ojos para solo sentir su pene dentro de mi culo cómo me afincaba con fuerza y movía su cintura. Sujeté mis manos ensu cintura y me moví como más pude en esa posición, él se inclinó más a mi y soltó un grito placentero, disminuyendo en jadeos.

Soltó mis tobillos y cayó como desplomado en el sofá, bastante agitado producido un poco también por la altura de Bogotá, miré la hora y ya era casí las 05:15 a. m. corrí a vestirme y él se veía aún agitado, le pregunté si estaba bien y me dijo que sí, solo era el trasnocho que lo tenía debil.

Bree: Oye, desyuna algo y trata de descansar un poco, porque tienes compromisos... ¡Gracias por todo!

Mauro: ¿Te vas en taxi?

Bree: [risas] Mauro, vivo cerca, acuéstate por favor 

Salí de ese apartamento con el culo dilatando a mil, en ningún momento me sentí incómodo con Mauro, es un hombre real, eso sentí, fue clave conversar mucho, porque así puede empezar algo muy interesante, sexualmente hablando.

Sentí placer... toda la noche


FIN


¡GRACIAS POR TU VISITA, QUERIDO/A LECTOR/A!




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Steven. Así llamaremos al barbero. Solía ir a su barberia pero mi trato con él era limitado, solo relación cliente-barbero. Hace unos días v...