El rincón de Bree
lunes, 7 de noviembre de 2022
El barbero
jueves, 29 de septiembre de 2022
Fuego en la 223
miércoles, 11 de mayo de 2022
Toda la noche
Tengo una puti-cuenta en Telegram con fotos sugestivas y en modo 'Personas cerca' activada. Muchos hombres me escriben por curiosidad, porque mis fotos son en lencería, sigo varios grupos cercanos de toda categoría y hago preguntas para llamar la atención. Hace ya algunos meses me escribió un hombre saludando, bastante cortés. Me hizo varias preguntas, entre ellas, si me dedicaba a vender mi cuerpo, a lo que yo le respondí que no.
Muy decente me hacía comentarios tales como "¡Que trasero bonito!" a lo que yo respondía amablemente, pero sin sobreactuarme.
Al protaginista de esta ocasión le llamaré Mauro.
Bree: Bueno, ya tengo sueño, así que me despido, debo levantarme temprano para ir a trotar
Mauro: ¡Que genial que trotas! ¿Dónde lo haces?
Bree: Lo hago a pocas cuadras del apartamento, ya que el sector es bastante tranquilo y a esa hora está tan solitario que, hasta puedo salir a trotar en hilo dental
Mauro: ¡¿CÓMO?! ¿En serio sales a trotar así, en hilos?
Bree: [risa] sí, tal cual estás leyendo
Mauro: Oye, dime exactamente por dónde estarás para ver si me uno o al menos te veo ¡Ash! lástima salgo de viaje, pero me gustaría coincidir contigo una mañana de estas para verte en hilos ¡Que rico sería!
Bree: ¡No te preocupes! si realmente quieres, algún día se dará
Transcurrió algo más de un mes y hace un par de días reapareció saludando por Telegram. Yo he estado tan entretenido en mi vida personal que, ni siquiera había prestado atención al Telegram.
Mauro me saludó bastante efusivo e insistiéndome que quería verme, que le pasara la ubicación, que bajara para verme o llevarme a su apartamento, a lo que yo le pregunté si estaba seguro de esa proposición.
Bree: ¿Estás seguro?
Mauro: ¿Me puedo arrepentir? ¿Debería?
Al ver su insistencia, le pasé el número de WhatsApp clandestino para decirle el porqué le preguntaba si estaba seguro de querer verme, aún no sabía si él era consciente si soy chico, porque por lo general, muchos me escriben pensando que soy chica o chica trans, por aquello de mostrarme en lencería.Aún así, decidí bajar para conocerlo, por un momento pensé en no bajar a verlo porque al parecer, si me veía en persona, ya se le quitaría la curiosidad y no hacer nada más que saludarnos, pero al mismo tiempo pensé en que era un reto, ya que hasta el momento yo me he comido al que me ha dado la gana, así me lleve tiempo, pero lo logro.
Me puse un hilo dental y me dirigí hacia la entrada del edificio. Y sí, ahí estaba el carro color negro con las luces encendidas y sonaba música. Toqué el vidrio y él desactivó el seguro para que ingresara al auto.
Bree: ¡Hola, Mauro! ¿Cómo vas?
Mauro: Bien, bien... ¿Tú qué tal?
Bree: Tengo las manos frías de tanto frío
Mauro: ¿Y qué? ¿Para dónde vamos?
Bree: Pensé que solo nos íbamos a conocer y ya... pero bueno, tú dirás, dondesea me dejo llevar
Mauro: ¡Listo! ¿Nos tomamos una cerveza? Es que vengo de estar con unos parceros, estábamos tomando
Bree: ¿Conduces así?
Mauro: Sí, toda la vida he sabido controlar eso. ¿Me acompañas a comprar cerveza?
La verdad yo me dejé llevar porque al ver su rostro y su mirada, me infundió tranquilidad a pesar de ser un compleo desconocido. Compró una sixpack de cerveza de marca nacional, me preguntó si íbamos a su apartamento a charlar y tomarnos unas cervezas que, todo no era sexo.
Bree: Me parece perfecto, al son que me toquen bailo, si lo que quieres es conversar, pues conversemos, no hay lío
Mauro: ¡Me gusta esa actitud!
Nos dirigimos hacia su apartamento, realmente bastante cerca de donde vivo, entramos al parqueadero y subimos hasta el apartamento de Mauro.
Bree: ¡Linda vista tiene el apartamento!
Mauro: ¡Gracias! Siéntate...
Sólo había una vela que daba algo de luz tenue, así realmente estaba perfecto para la ocasión, así que nos sentamos en el sofá y noté que sacó una bolsa pequeña con ese polvo blanco que se inhala (cocaina) Me ofreció cocaina y tusi, pero honestamente con drogas y sustancias alusinógenas no quiero nada. Se esparció en la palma de la mano e inhaló un poco, mientras me preguntaba si quería algo más, a lo que yo le respondí que, con la cerveza y su compañia estaba bien.
Mauro: ¿Sabes algo? Yo soy loco, me pregunto en este momento qué estoy haciendo buscándote y teniéndote aquí en mi apartamento, pero no lo tomes a mal, yo trato de ser mente abierta y me pareces un tipo agradable
Bree: [risas] Eso quiere decir que vives conforme a lo que te dicte tus impulsos... Tranquilo, vine porque quedamos en que vamos a charlar y conocernos un poco, pues ¿En eso estamos no?
Mauro: Yo quisiera preguntarte algo ...
Bree: ¡Adelante!
Mauro: Hay quienes dicen que ser gay es porque se nace y otros que se hace. Yo creo que con eso se nace, es lo que percibo, pero te lo quiero preguntar a ti, ya que estamos aquí
Bree: Te hablo por mi, yo desde muy niño recuerdo que me excitaba viendo imágenes de chicos y desde muy niño tenía claro qué me gustaba, sólo que a medida que fui creciendo fui entrando en negación, confrontándome conmigo mismo, hasta que llegué a un punto de l avida en que me acepté y bueno, hoy soy feliz disfrutando mi sexualidad
Brindamos una vez respondí a su pregunta y volvió a ofrecerme cocaina, pero nuevamente le dije que no y seguimos charlando en medio del silencio de la noche. Me compartió anécdotas y confesiones de su vida, me mostró fotos de la mujer que fue su última novia, dijo que él padece depresión, que intentó quitarse la vida una vez, me compartió que es profesional, me enseñó fotos de la mujer que más ama (su madre) y mientras ese hombre desnudaba su alma, me compadecí de él, me enterneció verlo tan vulnerable, contándome situaciones de su vida. Comprendí que es un ser solitario y quizá lo que que realmente necesitaba era eso, serntirse escuchado, así que me dejé llevar por la conversación a la cual reaccionaba haciéndole preguntas que fluidamente respondía.
Se echó a reír y volvió a expresar que, no sabía porqué yo estaba ahí, que lo perdnara por hablar tanta locura. Yo le dejé claro que estaba disfrutando la conversación y ya que somos vecinos, contara conmigo, así fuese para escucharlo, él sonrió y sacó su celular para decirme que él no era morrongo, me mostró imágenes de una chica transexual muy linda, por cierto, me djo que había tenido una experiencia sexual con esa chica trans, pero que nunca se le había pasado por la cabeza experimentar con un chico gay.
Ya nos habíamos acabado las cervezas que había comprado
Mauro: Yo no creo que a mí se me pare si otro hombre me toca ¿Tú qué crees? ¿Si se me para soy gay?
Bree: Primero, el hecho que reacciones erecto a un roce no te hace gay, eso va mucho más allá de una erección, en segundo lugar, yo no sé qué creer, tal vez al tocarte no tengas ninguna reacción más que rechazar o quizá sientas una erección, pero no lo sabrás si no lo pruebas.
Mientras yo le decía eso, él se tocaba levemente la entrepierna y se sacó el pene bastante dormido para mostrarme cómo lo tenía. Me eché a reír y le dije
Bree: ¿Quieres comprobarlo? Si quieres me agacho y te la dejas mamar, así nos damos cuenta y enseguida te digo que, no hay lío si tal vez no te erectas
Mauro: ¡Vamos pues!
Dejó su miembro al aire libre para que yo empezara a probar con mi boca, extendió su cuerpo en ese sofá, recostando su cabeza en el espaldar, mientras yo recorría con mi lengua cada espacio de su pene, empezando por los testíulos. No había pasado diez segundos y el pene ya había tomado forma firme, eso me alentó y seguí suspirando al ver que había crecido su pene.
Mauro cerró sus ojos y me agarró por el pelo fuerte para demostrarme que estaba disfrutando el sexo oral, me preguntó si le mostraba el hilo que traía puesto, asentí con mi cabeza mientras me bajaba la sudadera.
Él metió dos dedos en mi ano con bastante saliva y de esa manera subió más la temperatura, se veía muy sensible, supongo era la reacción de la cocaina, le quité su camisa y pantalón ,mientras me preguntaba si yo tenía preservativo, le dije que no y de inmediato Mauro se levantó dirigiéndose a su habitación y desde allí me llamó, me levanté, llegué hasta su cama y él estaba abriendo un preservativo.
Me puse inmediatamente al borde de su cama, en la posición que todo hombre enloquece al ver un culo esperando ser penetrado. Le pedí crema para lubricar mi ano y así lo hizo, también le sugerí ponernos en posición fetal para que entrara más fácil, así me gusta empezar. Mauro empezó a fluir mientras me mordía la oreja fuertemente y me decía al oído "¡Que culo rico!"
Me bajó la sudadera hasta las rodillas y me embestía con fuerza, él estaba completamente desnudo. En un movimiento brusco me puso en cuatro para seguir tomando el control, me gusta cuando un hombre demuestra que está tomando el control en el acto sexual. Después de un rato así, yo me senté encima de su pene a cabalgar fuerte, mientras él expulsaba gemidos genuinos.
Me cubrió el torso dirigiendo mi boca hacia la suya, sacó su lengua y la unió con la mía, me mordía los labios duro y agarraba fuerte mi pelo, así fue como expulsó su primera eyaculación de la noche. La eyaculación vino con un grito muy agitado.
Así, agitados los dos nos levantamos de la cama, nos limpiamos, nos vestimos y me dijo que si íbamos por más cervezas, yo sin titubear le dije que sí, miré el celular y ya era de madrugada, 02:35 a. m.
Fuimos en su carro a comprar cervezas a un Oxxo y posteriormente lo acompañé a un cajero electrónico para retirar dinero, me dijo que luego me llevaría hasta la puerta de mi apartamento. Tal cual lo hizo, me llevó hasta la puerta del edificio y aún todo estaba a oscuras. Esta vez tocamos por encima temas de política, me habló de la adoración que siente por sus sobrinos, me recomendó ir a Europa, luego me pidió que lo acompañara a buscar cigarrillos porque estaba ansioso. Pues nos fuimos a buscar cigarros y volvimos al edificio donde vivo.
Me explicó cómo sabía manejar el consumo de cocaina mientras inhalaba, siguió hablandome de otras situaciones que ha vivido y hasta se quebró en llanto refiriéndose a su madre, la persona mas incondiconal que tiene.
De un momento a otro le dije que, su pene me había gustado y la verdad no me imaginé que algo así iba a suceder entre los dos esa noche
Mauro: ¿En verdad te gustó?
Bree: Sí, se pone dura bien rico
Volvió a sacar su pene y le dije "¿Quieres que baje a chupar?" entonces él sonrió con los ojos cerrados y yo me acomodé mientras Mauro metía sus dedos en mi ano con mucha saliva.
Nuevamente me agarró fuerte por el pelo y quedé frente su cara, saqué mi lengua y la metí en su boca, frotaos nuestras lenguas mientras lo masturbaba con una mano y con la otra acariciaba su pelo. Continué haciéndole sexo oral y así volvió a eyacular en mi boca con mucha fuerza.
Cubrió sus ojos con el antebrazo mientras decía "Tienes una boca... uffff"
Mis ojos ya no podían disimular que tenía sueño, entonces él me dijo
Mauro: ¡Te estás durmiendo! quédate un ratico más hasta las 04.30 a. m.
Bree: Por tu culpa no voy a rendir hoy en el trabajo
Mauro: Yo también tengo una audiencia a las 10:00 a. m. y antes de eso, tengo clase de cocina, me gusta cocinar... ¡Gracias por aguantarte a este loco desocupado!
Bree: Si estoy aquí es porque inesperadamente la he pasado chévere contigo toda esta noche, de no ser así, me habría ido hace varias horas, pero este trasnocho no nos hace bien
Mauro: Desde que tengo trastornos de ansiedad es poco o nada lo que duermo, Bree
Bree: Y consumiendo alcohol con drogas, peor
Siendo casi la hora 04:20 a. m. reestablecieron el servivio de energía, Mauro me dijo que tenía muchas ganas de fumar un cigarrillo y sacó dinero de su billetera. Me preguntó si sabía dónde podía conseguir cigarros, le dije que no tenía idea dónde conseguir cigarros a esa hora. Entonces me dijo que entrara al edificio y le preguntara a los porteros, pero yo le dije que los vigilantes tiene prohibido fumar en hora laboral, sin embargo el muy terco me dió un billete para que le preguntara a los porteros si acaso tenían un cigarro que le vendieran. Yo hice tal cual lo que me pidió, pero efectivamente resultó como le había dicho. Subiendo al carro, pasaba una familia de venezo,anos que venden café, cigarros entre otros productos, él llamó a la señora y le preguntó si llevaba cigarros, efectivamente vendía cigarros y él le compró. Antes de irse la señora, él llamó al niño que iba con la pareja y me dijo "Pásame la bolsa que está atrás, saca un paquete color azul y entrégaselo al niño".
Hice tal cual lo que me pidió, era una bolsa llena de regalos de juguetes, el niño lo recibió muy contento y Mauro sonrió mientras me decía que hacer ese tipo de gestos lo llenaba, que le gustaba ver la sonrisa de los niños y niñas al ver un juguete. En ese momento descubrí que estaba al lado de un personaje valioso con todo y defectos, creo que presenciar eso me excitó más y le dije sin titubear
Bree: Que ganas de ordeñarte una vez más
Mauro: ¿Tú me quieres acabar o qué?
Bree: No, sólo quiero sacarte una vez más leche [risas]
Le mandé la mano a su entrepierna y se puso nuevamente erecto en cuestión de segundos. Él me dio palmadas en las nalgas y dijo que le provocaba meterlo otra vez; entonces yo le dije que lo hiciera y que lo hiciera ahí mismo en el carro, ya que nos había sorprendido la mañana allí.
Revisó su bolsillo y no tenía preservativos, pero bajó del carro y se dirigió al baúl para buscar un preservativo. Se bajó los pantalones hasta las rodillas, se puse el condón y yo me puse en posición de lado para que él se acomodara y me penetrara, pero lo intentamos varias veces que no podíamos acomodarnos.
Bree: ¡Vamos a tu apartamento! , ¿si?
Con los pantalones aún abajo y yo manoseándole el pene, nos diriguimos hacia el edificio donde Mauro vive, tan solo a tres cuadras de mi edificio. Abrió el parqueadero y al estacionar, le dije que me lo metiera ahí, tal cual lo intentó, pero estábamos incómodos ahí.
Mauro: ¡Bajémonos y subamos al apartamento que no aguanto más!
En cuanto entramos al apartamento, nos dirigimos hasta el sofá y nos desnudamos rápidamente, lo besé y él me mordió el labio inferior con fuerza mientras me metía un dedo por el culo, se iba suave, yo le apretaba su pene con fuerza y lo frotaba ¡Lo quiero meter! dijo.
Me puse de frente con las piernas hacia arriba, él sujetó mis tobillos con fuerza y apuntó justo a mi ano con un poco de saliva, frotó el condon y me lubricó el culo.
Cerró sus ojos con semblante de placer mientras entraba por mi culo y yo hice lo mismo, cerré mis ojos para solo sentir su pene dentro de mi culo cómo me afincaba con fuerza y movía su cintura. Sujeté mis manos ensu cintura y me moví como más pude en esa posición, él se inclinó más a mi y soltó un grito placentero, disminuyendo en jadeos.
Soltó mis tobillos y cayó como desplomado en el sofá, bastante agitado producido un poco también por la altura de Bogotá, miré la hora y ya era casí las 05:15 a. m. corrí a vestirme y él se veía aún agitado, le pregunté si estaba bien y me dijo que sí, solo era el trasnocho que lo tenía debil.
Bree: Oye, desyuna algo y trata de descansar un poco, porque tienes compromisos... ¡Gracias por todo!
Mauro: ¿Te vas en taxi?
Bree: [risas] Mauro, vivo cerca, acuéstate por favor
Salí de ese apartamento con el culo dilatando a mil, en ningún momento me sentí incómodo con Mauro, es un hombre real, eso sentí, fue clave conversar mucho, porque así puede empezar algo muy interesante, sexualmente hablando.
Sentí placer... toda la noche
FIN
¡GRACIAS POR TU VISITA, QUERIDO/A LECTOR/A!
lunes, 11 de abril de 2022
El guarda de turno
Definitivamente, tener sitio sí que facilita mucho a la hora de armar un plan sexual. Por mucho tiempo perdí muchas oportunidades de tener sexo con algún chico, porque el factor sitio influye mucho. Algunos descartan rotundamente la posibilidad de ir a un hotel, por la razón que sea, pero desde que cambié de ciudad y soy más independiente, esto ha cambiado positivamente, aunque lo hago con cierto recelo.
Hoy les hablaré de Rick, así llamaré al protagonista de este corto relato.
Vivo en un conjunto residencial al norte de la capital, este sector está lleno de edificios residenciales e incluso están construyendo muchos de estos. En el conjunto donde resido hay una zona verde amplia, me gusta tomar un poco el sol cuando la ciudad amanece soleada, pero también salgo de noche un rato y me siento a hablar conmigo mismo.
Hace una semana estaba sentado en una banca y vi pasar a uno de los tantos guarda de seguridad que trabaja en este conjunto, él estaba dando su ronda la cual le corresponde al guarda de turno, pasó y saludó, respondí al saludo y al pasar unos minutos me levanté para alcanzarlo, se dirigía hacia la parte trasera del conjunto, iba con una linterna alumbrando sus pasos.
Fingí estar en una llamada y me senté en un columpio, él siguió hasta el fondo y se devolvió. Cuando ya se acercaba, simulé colgar la llamada y le dije:
Bree: ¡Buenas noches!
Rick: ¡Buenas noches, señor!
Bree: Oye, no te había visto por aquí, ¿eres nuevo?
Rick: Sí. Bueno, estoy reemplazando a un compañero en sus vacaciones
Bree: Con razón ¿Cómo te llamas?
Rick: me llamo Ricardo, pero me dicen Rick
Bree: Un gusto, perdón tanta pregunta, pero ¿de dónde eres?
Rick: Soy de Sincelejo
Comentamos sobre residir en Bogotá, el tiempo que lleva en la ciudad trabajando. Ese aparato que ellos cargan para comunicarse entre ellos le sonó, era su compañero de portería solicitando que se acercara a una zona específica, fue en ese momento cuando le dije que si quería guardar mi número y sacó su celular para guardar el número que le dicté, se marchó pero no sabía si me iba a escribir.
Sin embargo, cada que lo veía en portería lo saludaba y así con los días se formó una camarería, quizá por eso de ser costeños.
Anoche llegué al apartamento bajo lluvia y él estaba en portería, me saludó y me detuve un rato escurriendo el paraguas mientras cruzábamos unas palabras, comentando sobre las protestas de motorizados en la capital.
Bree: Oye, me estoy muriendo de hambre, si quieres seguimos por WhatsApp, pero escríbeme que tú tienes mi número
Rick: Listo, yo le escribo
Bree: ¿Te puedo pedir un favor?
Rick: Dígame...
Bree: Porfa, tutéame, me siento viejo cuando me tratan de "usted"
Rick: [risas] ah, todo bien, pa
Así me dirigí al apartamento, algo cansado porque ya me atacaba el sueño y debía madrugar. Otro día amaneció y como siempre, estaba contra el tiempo, corría cual atleta porque iba tarde al trabajo, me puse los audífonos reproduciendo 'Ordinary World' de Duran Duran, había solicitado un inDriver porque ya iba tarde, llegué a la portería y con una sonrisa amable me saludó Rick, no le escuché bien lo que me dijo aparte de los buenos días, entonces me quité los audífonos
Bree: ¿Qué dices?
Rick: que te vas a quedar sordo, vale [risas]
Bree: [risas] hablamos, voy tarde
Días después, estando en casa me ocupé lavando y haciendo cosas propias de una persona que vive sola, al terminar me acosté y me puse a ver una serie mientras me daba sueño.
De repente sentí vibrar el celular, era Rick saludándome
Rick: Oe
Bree: ¿Ricardo?
Rick: ¿Todo bien, qué?
Bree: sí, aquí disponiéndome a dormir
Rick: ah, entonces hablamos después...
Bree: no, no... aún no me duermo ¿Cómo estás?
Rick: aquí, aburrido...
Bree: oye, ¿Con quién vives?
Rick: con mi hermano
Bree: pensé que eras casado o algo así
Rick: bueno, mi mujer está en Sincelejo, aún no se ha querido venir porque no le gusta Bogotá
Bree: ¿y cómo haces?
Rick: ¿Cómo así?
Bree: [risas] pues me refiero cómo haces sin tener a tu mujer cerca, eso hace mucha falta y más en una ciudad tan fría...
Rick: toca con las chicas malas
Bree: ¿En serio? [risas]
Rick: toca, marica ¿y tú con quién vives?
Bree: vivo con un amigo, el dueño del apartamento
Rick: ah, ya... pebsé que vivías con la lea (mujer)
Bree: no, nada, a mí no me gusta las mujeres
Rick: ¿Ah no? o sea, ¿el que vive contigo es tu pareja?
Bree: no, no, para nada, es sólo un amigo, yo no soy de los que tiene pareja. ¿Te incomoda que sea gay?
Rick: nombe, tranquilo, mi hermano también es gay y es un man serio también
Bree: ahh, veo...
Rick: normal, no pasa nada
Bree: oye, ¿puedo pedirte una opinión?
Rick: dime...
Bree: bueno, es que quiero me ayudes a escoger algo que te voy a mostrar
Fue en ese momento cuando recurrí a mi vieja táctica de enseñarle mis fotos en lencería, con la excusa que me ayude a escoger la que se vea mejor. Ya no me da miedo hacer eso y menos ahora que lo notaba abierto al tema, porque me dijo que su hermano también es gay.
Rick: ¡Oiga! ¿Qué es eso?
Bree: ¡Perdón! no debí pedirte ese favor...
Rick: [risas] no, vale, ¿ese eres tú?
Bree: sí, soy yo, ¿entonces me puedes ayudar a escoger cuál hilo es mejor?
Rick: ¿Sólo tienes esos dos?
Bree: no, tengo varios. Unos rojos y negro
Rick: ese hilacho negro se ve bacano
Bree: ¿En serio? oye, gracias... si te parece que se ve bien, entonces le va a gustar al que va a venir...
Rick: ¡Uy! ¿Cómo?
Bree: Sí, así como estás leyendo
Rick: ah, pero viste que sí tienes marido...
Bree: [risas] no, no... el hecho que tenga con quién tener sexo no significa que sea mi pareja
Rick: hey, pero que jopito te mandas
Bree: ¿Eso es un halago?
Rick: es la verdad. Lo tienes mejor que un poco de mujeres que conozco
Bree: yo siempre he dicho que no es mi culo, es la lencería que me hace ver así
Rick: ¿siempre usas eso?
Bree: últimamente sí
Sentí que ese punto de la conversación ya tría consigo una tensión sexual, además la hora favorecía
Rick: ¿O sea, que ahora estás así con eso puesto?
Bree: ahora no, mañana temprano sí me lo pondré
Rick: ¿si? ¿Mañana es que te van a pegar tu tubera?
Bree: [risas] no, mañana no, con él me veré en un par de días
Rick: ah , pero entonces ¿por qué te vas a poner el hilacho?
Bree: no sé, solamente como estaré solo, me lo pondré porque me tomo fotos y videos así, me gusta mucho
Rick: ¿en serio? ¡uy!
Bree: sí, señor
Rick: hey, ¿en serio estarás así mañana?
Bree: ¿No me crees? si no me crees, llega mañana
Rick: ira, ¿de verdad? ¿Cuál es tu apartamento y torre?
Sí, señores, al parecer hasta ese momento, a Rick se le había despertado la curiosidad de verme en hilos, tal cual se lo había mostrado en fotos. Como ya me estaba dando sueño, le dije que iba a descansar, entonces Rick me dijo que escribiría a las 07:00am, le dije que yo estaba solo a partir de las 08:00am, cuando mi amigo ya se marchara a su trabajo.
Muy temprano me despertó la alarma, de inmediato me levanté y revisé el WhatsApp, había un mensaje de Rick desde las 05:45am donde me preguntaba si ya estaba despierto. Sonreí porque parecía ansioso él, mas que yo.
Era la hora 07:44 am y a es ahora le respondí, diciendo que ya casi me quedaba solo, a lo que él respondió ya tenía sueño, le dije que no se preocupara, pues le iba a ofrecer desayuno
Bree: ¿Rick?
Rick: habla
Bree: ya mi amigo va bajando ascensor
Rick: listo, ¿Qué número de apartamento es?
Bree: 502
Rick: ¡listo, voy pa' allá!
Ya me había puesto unas mallas con hilo dental pequeño, me llevé una colchoneta al cuarto de servicio y ahí me eché en cuatro, le indiqué que había dejado la puerta abierta, era cuestión de empujar, entrar y dirigirse a la habitación de servicio que, es la primera habitación al ingresar al apartamento, a mano derecha. La puerta de dicha habitación estaba abierta y yo en una posición bastante sugestiva.
Ustedes no se imaginan el cosquilleo que siento mientras estoy esperando a alguien que viene por primera vez a verme en lencería, me invade en esos instantes muchas expectativas, pero ya en mi espera, escuché unos pasos acercarse al apartamento, escuché los pasos algo tímidos y un sonido a bolsa plástica. La puerta se cerró y en silencio Rick ingresó.
Yo no me atrevía a voltear a mirarlo, escuché que la bolsa plástica cayó al piso y yo me empecé a mover sensualmente, arqueado de espalda, moviendo en círculo mi culo. Aun no me atrevía a voltear a mirarlo, pero el sonido de un cinturón desabrocharse se escuchaba, la chaqueta la vi caer a mi lado, entonces fue ahí cuando voltee y Rick estaba como poseído con su mirada, estaba sin camisa y la cremallera del pantalón abajo completamente.
Decidí seguir así en silencio y dejarnos llevar por el momento, enterré mi cabeza contra la almohada y justo en ese momento sentí sus manos ásperas en mi cintura y espalda, recorrió mi espalda por completo con su mano izquierda y su pene erecto reposaba en mis nalgas, rozando y me movía más para aumentar el ritmo.
Se acostó boca arriba rápidamente y lo vi frente a frente... ¡Dios! su pene es largo con glande grueso, su piel es blanca, lubricaba mucho y se agarraba el pene, como alargándolo.
Cerró sus ojos, se le veía agotado, como con sueño, pero al tiempo recostaba su cabeza en la almohada mientras le hacía sexo oral, como si fuese mi primera vez con ansias. Me miraba con mucha atención cuando sentía que su pene llegaba hasta la garganta y se encogía, sujetando mi cabeza y graduaba la velocidad, cosa que me encanta. Luego me agarró fuerte el pelo y afincó mi boca con su pene, tanto que empecé a lagrimear...
De repente se levantó y yo quedé de rodillas, envolviendo sus muslos con mis brazos, mientras me concentraba en hacer una buena sesión de sexo oral, él se inclinó un poco para introducir un dedo en mi ano dilatado, se le veía bastante relajado, volvió a acostarse en la colchoneta
" ¿Me la quieres meter?" pregunté, a lo que él asintió con su cabeza, rápidamente lubriqué mi ano con algo de crema y le pregunté si me ponía de lado, para que entrara suave y mejor.
Saqué el último condón que me quedaba y se lo puse, lo lubriqué un poco y me puse justo delante de él, pero de lado, mirando hacia la pared, me sujeté fuerte de la punta de la colchoneta, levantando lo más que podía mi culo.
Su pene empezó a entrar suave, hasta que lo sentí todo adentro, sus movimientos iniciales eran lentos, sujetó mi cintura fuerte y le dije "¡MÉTELA TODA!"
Fue decirle eso y sirvió como detonante par que me afincara con fuerza, el sonido de sus testículos en mi trasero se escuchaba nítido, no grabé porque la verdad quise disfrutar ese momento, era un mañanero, de esos que pocas veces he experimentado.
Gemí con gusto y él sin sacarme su pene, se acomodó de tal manera que, quedó encima de mi y yo debajo, en cuatro, la posición en la que muchos disfrutan para eyacular
Rick; ¡Me voy a llegar!
Bree: Dale, papi
Rick cubrió mi torso con sus brazos y movió su pelvis muy rápido y contundente, yo solo me limité a levantar más mis nalgas para que él sintiera que yo estaba disfrutando lo que estaba sucediendo.
Suspiró hondo y largo, su pene palpitaba dentro de mi
Bree: ¿Terminaste?
Rick: Ufff...
Se quedó quieto y yo me encargué de seguir moviéndome, para cerciorarme que su semen había quedado completamente en el condón
Rick: ¡jod!, ¿tú qué, vale?
Me dio mucha risa su comentario final, cayó rendido y quedó ahí unos minutos dormido, mientras fui a prepararle desayuno, ya que se lo había prometido, era también una manera de hacerlo sentir a gusto y de matricularlo en mi lista.
Pasado unos minutos, se levantó, se dio una ducha y le ofrecí desayuno, comió en silencio mientras observaba todo el apartamento
Rick: joda, me quedaría un rato más, pero debo ir a lavar el uniforme...
Bree: no te preocupes, ya sabes dónde estoy
Recogió esa bolsa ruidosa donde llevaba su uniforme, se puso la chaqueta y lo despedí en la puerta cortésmente, lo noté más callado, pero la verdad yo sentí que eso debía pasar, no sé si vuelva a pasar, pero de mi parte siempre será un rotundo sí.
Bree👄
viernes, 25 de marzo de 2022
El domiciliario de Merqueo
Después de cuatro meses regreso a este espacio para compartirles de manera escrita y detallada, una de mis últimas aventuras, esta vez desde la capital de Colombia.
Inicié 2022 tomando la firme determinación de radicarme en Bogotá y hasta el momento, ha sido satisfactoria la experiencia en todo sentido y en cuanto a lo sexual, ni hablar.
Hace unas cuantas horas me ocurrió algo de película, algo que había visto en una que otra película de fantasía y quise aplicarlo para saber si obtenía algún resultado.
Desde que estoy tanto tiempo solo en el apartamento, siento unos impulsos de hacer travesuras. Hace unos días solicité un pedido en una panadería, cuando me anunció el portero que el domiciliario había llegado, lo hice pasar y mientras que subía el ascensor, yo puse al descubierto mis nalgas, ya que tenía hilo dental puesto, abrí la puerta y en cuanto llegó el domiciliario, me quedé de espaldas con la sudadera un poco abajo, para que se pudiera ver mi trasero en lencería, lo hice pasar para que dejara los panes encima de la mesa, ya que fingí tener las manos ocupadas, él entró pero con algo de nervios y se fue.
Me dio risa su reacción y desde ese momento, sentí una adrenalina espacial exhibiéndome.
Mi "roommate" me encomendó estar pendiente de un pedido que había hecho en una plataforma de supermercado, en cuanto me lo dijo, pensé que quizá era una oportunidad de volver a intentar exhibicionismo con el domiciliario que llegara. Así que me indicó la hora y ese día abrí mi maleta y saqué unas mallas algo rotas y viejas, un hilo y sostén, me miré al espejo y se activó la lujuria en mí.
Mientras me aplicaba crema hidratante en mi cuerpo y manos, el citófono sonó. Corrí a responder y era el portero notificándome la llegada de Merqueo (el supermercado) ordené que lo dejara pasar, entonces rápidamente ensayé cómo posar para que al llegar el domiciliario a la puerta, me viera en todo mi esplendor.
Transcurrieron aproximadamente 7 (siete) minutos y le pregunté al portero qué había pasado con el chico del domicilio y me dijo "señor, es que son varias cajas y sólo hay un muchacho llevando todo al hombro".
Colgué y abrí la puerta lo mas que pude, me quedé cerca al comedor, de espaldas y simulando que estaba en una llamada, el corazón me latía rápido, a veces pensaba que era mejor cubrirme, pero en cuanto escuché el sonido del ascensor abrirse, lo asumí.
Escuché unas cajas arrastradas y entonces me puse en posición, el sonido de las cajas arrastradas me anunciaban que un hombre se acercaba, no sabía cómo era, si era un hombre adulto, un joven, un gordo, un flaco, no lo sabía, pero sabía que iba a robarme una mirada que se iba a posar en mí, al menos por unos segundos. Sonó el timbre y voltee, la puerta estaba abierta y vi ocho cajas, una encima de la otra, pero no vi al domiciliario, sólo escuché "ehhh...Merqueo"
Domiciliario: ¡EPA! (sonrió)
Bree: Hola, ¿Qué tal? ¿Me podrías ayudar a entrar las bolsas?
Domiciliario: ¡Claro!
Una a una me ayudó a meter las bolsas al apartamento, pero a ratos me miraba y su mirada era esquiva. Yo temblaba del frío y de la adrenalina... en cuanto él terminó de meter las últimas bolsas, le dije
Bree: ¡Oye! ¿Quieres un refresco?
Domiciliario: ¡no, vale! ¡Gracias!
Bree: no me vas a rechazar la atención, ¿o sí?
Domiciliario: bueno, pero no me puedo demorar.
Se rascaba la cabeza, miraba para todos lados y le entregué un vaso con Coca Cola
Domiciliario: ¿Vives solo?
Bree: no, pero permanezco solo por muchas horas
Domiciliario: ¿Eres webcam?
Bree: no, ¿por qué?
Domiciliario: no, por nada, como estás con esa ropa...
Fue entonces cuando se me ocurrió decirle que, si estaba así, era porque me estaba midiendo la lencería para un posible encuentro, pero me habían cancelado.
Domiciliario: ah, qué mal... mira, ¿puedo ver bien?
Bree: ¿Ver qué?
Domiciliario: que te voltees para verte bien...
Bree: Ahhh... (sonreí) pero cierra la puerta y acompáñame...
Domiciliario: pero me tengo que ir
Bree: no te va a llevar mucho tiempo verme...
Me dirigí a la habitación y me acosté borde de cama, yo sentía en el ambiente su respiración agitada, no sé si tal vez era por la altura de Bogotá o porque se estaba tornando algo inquieto sexualmente.
Escribo estas líneas y sonrío porque, definitivamente hay circunstancias inesperadas que ni yo mismo puedo creer que me suceda.
Voltee y él se estaba riendo, pero era una risa de picardía
Bree: ahh, pero te da risa
Domiciliario: no, vale, es que se ve bien... ¿Tú siempre andas así?
Bree: no, sólo como te dije, cuando voy a tener encuentros
Entonces tuve el impulso de preguntarle...
Bree: ¿Quieres tocarlas?
Domiciliario: ¡¿Cómo?! (se echó a reír)
En ese momento noté que se estaba tocando y no dije más nada, él se acercó y me dio una palmada, debo confesar que no me lo esperaba, pero me gustó, ya sabía que algo iba a pasar
Domiciliario: coño, estoy sobre el tiempo, pero qué va
Me empujó a la cama y me dijo
Domiciliario: eres bien perra, ¿Vas a mamar huevo?
Se bajó la cremallera y no tenía interior, empecé a hacerle sexo oral y él acariciaba mis nalgas, a medida que iba pasando el tiempo, se iba quitando una prenda, su respiración agitada se sentía mas...
Olía a cigarrillo y jadeaba cuando me llevaba su verga a la garganta.
Se subió a la cama y empezó a chuparme el ano, que manera de hacerlo, es un experto moviendo la lengua.
Domiciliario: ¡Qué rica perra! ¿Quieres que te dé huevo?
Sonreí, admitiendo que sí quería. Ese chico tenía su verga dura y templada, su cuerpo tonificado perfectamente, piernas fuertes y pantorrillas bien formadas me tenían dilatando.
En ese momento es como si algo se hubiera apoderado de él y me recostó su verga en el ano, sentía su gran verga rozar, mientras yo me movía y él sólo quedaba con sus calcetines color verde.
¿Cómo era que el domiciliario ya estaba en mi cama completamente desnudo y a mi merced?
Se acostó boca arriba, reposando su cabeza en la almohada, yo continué rozando mi ano en su glande, él apretaba mi diminuto trasero con ganas, escupió mi ano y punteó progresivamente, hasta que fui sintiendo que iba entrando poco a poco, me ayudé con un poco de lubricante y sin pensarlo sentí toda su vitalidad dentro de mi.
Sus gemidos me tenían excitado y dilatando el ano, le pregunté si me dejaba grabar y no puso inconveniente, le indiqué cómo enfocar y lo hizo... (suspiro) en ese momento le pedí que se colocara el condón y así lo hizo.
Domiciliario: ¡Ponte de ladito! ¡Ven!
Me puse contra la pared, mientras él penetraba mi culo con fuerza y contundencia
Bree: ¡Espera!
Me cambié de posición y me puse boca arriba, mirándolo y teniendo su verga en frente de mi, en ese momento él demostró que le gustaba verme abierto de piernas con mi ano al descubierto y dilatando.
Sujeté mis piernas en su pecho y sentí cómo me embestía con movimientos que enloquecen, mis gemidos y los suyos se confundían en medio de tanto placer, este momento está capturado en Twitter, donde lo compartí.
Domiciliario: ¡Me voy a llegar!
Y así fue, sentí cómo progresivamente reducía sus movimientos, mientras su verga expulsaba con fuerza el semen que quedó en el condón.
Cuando le quité el condón, me miró y se echó a reír.
Domiciliario: Estaba cargado, vale
Le dije que estaba muy rico, nos reímos y empezó a vestirse rápidamente, porque su celular estaba sonando, como yo tengo papelitos con mi número escrito, le entregué uno y bueno, no sé si me contacte, pero ya lo probé.
Usar lencería, estar solo, dejarse llevar por el momento y atreverse a hacer travesuras son factores que pueden dar un resultado estupendo.
¡Atrévete! Si yo pude, tú también puedes.
FIN
domingo, 21 de noviembre de 2021
El domiciliario
domingo, 11 de julio de 2021
Le confesé que soy gay
El barbero
Steven. Así llamaremos al barbero. Solía ir a su barberia pero mi trato con él era limitado, solo relación cliente-barbero. Hace unos días v...
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No se me había pasado por la cabeza la idea de cristalizar el hecho de acostarme con un compañero de trabajo, pero siempre llega alguien que...